El Huracán Milton, ahora de categoría 3, tocó tierra en Siesta Key, Florida, con vientos de hasta 120 millas por hora. Este poderoso ciclón ha traído lluvias intensas, marejadas ciclónicas y numerosos tornados en áreas densamente pobladas, como Tampa, Sarasota y Fort Myers.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), advirtió sobre inundaciones y vientos extremos, emitiendo múltiples alertas de emergencia.
El presidente Joe Biden declaró estado de emergencia en Florida, desplegando recursos federales para apoyar las tareas de rescate y recuperación. En una declaración desde la Casa Blanca, Biden enfatizó la importancia de seguir las recomendaciones de seguridad y evacuación.
Por su parte, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, instó a los residentes a no subestimar el impacto del huracán, destacando que, aunque el estado ha enfrentado otros huracanes, Milton presenta condiciones especialmente peligrosas debido a su rápida intensificación.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) informó que el huracán se fortaleció drásticamente al alcanzar el golfo debido a las aguas cálidas y la ausencia de vientos en altura, factores que lo llevaron a convertirse en un huracán de categoría 5 antes de reducir su intensidad.
Actualmente, Milton genera oleajes devastadores y ha provocado más de 130 advertencias de tornado en todo el estado, lo que ha llevado a varios condados, incluyendo Pasco y Hillsborough, a suspender sus servicios de emergencia temporalmente.
Los residentes afectados están lidiando con cortes de energía y escasez de recursos. Algunos, como Jackie Curnick, una residente de Sarasota embarazada de ocho meses, han tomado la difícil decisión de quedarse debido a la falta de opciones para evacuar.